Cocaína Rosa
Labores de inteligencia
desplegadas por la Policía Metropolitana condujeron a la incautación, el 10 de
agosto pasado, de un un kilo de la llamada cocaína rosada, también conocida
como Twocb o 2CB (se pronuncia en inglés tusibí).
Al
dar a conocer el hallazgo, el comandante de la Policía, general José Vicente
Segura, afirmó que esta era la primera incautación de esta clase de
alucinógenos en Barranquilla.
Sin
embargo, y pese a que aún se conoce poco sobre ella, el consumo de esta droga
sintética no es nuevo. De acuerdo con la información que recogen varios medios
de comunicación del país, basadas en testimonios de expendedores y
consumidores, la 2CB llegó hace unos ocho años al país, procedente de México,
en medio del auge del éxtasis. Se sabe que desde entonces entró con fuerza al
mundo de modelos, reinas, actores y políticos, quienes la prefieren en medio de
la rumba nocturna.
Si
bien su consumo está concentrado en círculos sociales exclusivos y su tráfico
está en manos de pocos narcos, las autoridades han logrado analizar muestras de
los cargamentos incautados en Bogotá y Cali para conocer su composición.
Según
Andrés López, químico asesor de la Dirección de Política contra las Drogas del
Ministerio de Justicia, estos estudios han revelado que realmente no se trata
del alcaloide derivado de la hoja de coca, por lo que es incorrecto referirse a
esta droga como cocaína rosada. “Dado que la droga se presenta en forma de
polvos, en pequeñas bolsas similares a las de la cocaína, se ha acuñado este
término. Tampoco es acertado decir que vaya a reemplazar el consumo de la
cocaína tradicional, ya que por sus precios no es probable”.
Y
es que un gramo puede costar hasta 15 veces más que la cocaína, valores
superiores a los 100 mil pesos, precio que imponen los traficantes a los
jóvenes consumidores, quienes en búsqueda de nuevas experiencias terminan
pagando altos precios.
adulteración
y efectos. López asegura que la Policía no ha hallado evidencia de que la
molécula de la 2CB se esté sintetizando en el país; no obstante, lo que sí
están haciendo los traficantes es dosificarla y empacarla, lo que se presta
para que hayan altos niveles de adulteración y falsificación.
“Ahí
está el peligro, porque ni siquiera los mismos consumidores experimentados en
drogas sintéticas están en capacidad de saber si una bolsa de polvo de colores
que han adquirido sí es 2CB o si se trata de cualquier sustancia a la que se le
ha adicionado un colorante. Los traficantes de drogas no tienen escrúpulos”,
dijo el experto.
Así
mismo, explicó que el 2CB auténtico tiene como nombre químico clorhidrato de
4-bromo-2,5-dimetoxifenetilamina, y está fiscalizada a nivel internacional,
porque está incluida en la lista I de psicotrópicos del Convenio de las
Naciones Unidas de 1971. La sustancia pura es de color blanco.
A
través del sistema de alertas tempranas del Observatorio de Drogas del
Ministerio de Justicia, se han difundido entre las autoridades y la comunidad
en general los resultados, según los cuales se ha encontrado que lo que se
vende como 2CB contiene, entre otros adulterantes, ketamina, una sustancia
anestésica.
De
hecho –afirma López–, del nivel de adulteración dependen los efectos que tiene
la sustancia en el consumidor.
En
el caso de la ketamina, los usuarios terminan consumiendo una sustancia que
produce adicción, que puede llevar a un estado de sedación en el cual se corre
un alto riesgo de sufrir un accidente y que, además, afecta de forma
irreversible otros órganos como el hígado. Según el químico, en Colombia es
común que se utilicen entre dos y hasta diez sustancias diferentes para
adulterar las drogas ilícitas. “Esto multiplica los riesgos para la salud, ya
que se pueden presentar incluso efectos sinérgicos, Es decir, que al combinarse
varias sustancias interactúen de tal manera que se aumentan entre si sus
efectos perjudiciales”.
La
2CB se vende en pastillas, cápsulas o polvo de diferentes colores. Si se
consume por vía oral, los efectos comienzan a los 15 o 20 minutos y se prolonga
de dos a cuatro horas; inhalada, el efecto es más rápido.
Las
drogas que se venden en polvo son, precisamente, las que mayor posibilidad
tienen de ser adulteradas debido a que cada mano por la que pasan en la cadena
de producción, tráfico, dosificación y narcomenudeo, la va mezclando con el fin
de aumentar sus ganancias, sin importar que al usuario final se le entregue un
producto cada vez de peor calidad”, indicó López.
Acciones en Atlántico. El Departamento ya tiene estructurado un plan integral contra el
consumo y oferta ilícita de drogas llamado ‘Atlántico más social y libre de
drogas’, el cual permite que con el trabajo conjunto de las autoridades se
puedan realizar acciones más efectivas e integrales, aseguró Andrés López,
quien recientemente participó en el Consejo de Estupefacientes.
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