miércoles, 25 de noviembre de 2015

Partes Bionicas

El ajolote es un “monstruo acuático” que puede regenerar sus patas, la cola, partes de su cerebro, corazón y hasta su rostro. Como este animal hay muchos otros en la naturaleza que pueden reconstruir su cola, cachos y muchas otras parte del cuerpo, una característica que los humanos no tenemos, lamentablemente. Nuestro cuerpo es más frágil de lo que pensamos y cuando nos lesionamos o perdemos una parte del mismo, realmente es casi imposible recuperarse lo suficiente para regresar a su estado original.
Afortunadamente, existen muchos científicos que están haciendo todo lo posible para reemplazar todo tipo de partes del cuerpo humano. Podríamos convertirnos en cyborgs en el futuro, algo que no sería nada malo, en especial si mejora nuestras capacidades físicas y extiende nuestro tiempo de vida.

Piel electrónica y súper sensible

Piel sintética sensitiva
Imagen de: Standford
La piel es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano y también uno de los más fáciles de dañar por lo expuesta que está. Cuando hay quemaduras u otras lesiones en la piel, la mejor opción en el presente para tratarlas de la forma más efectiva posible es través de los injertos que se crean a partir de otra parte de nuestro cuerpo. Si existiese un injerto artificial que funcionase igual o mejor que la piel humana, todo sería más fácil. Pues es posible que pronto veamos un reemplazo sintético para la piel humana. Científicos de Stanford han creado un material súper flexible, súper durable y súpe sensible que puede funcionar como injerto de piel en el futuro. Lo mejor de todo es que está compuesta de transistores orgánicos que permitirían sentir el tacto y una elasticidad maravillosa que haría que se estire lo necesario sin dañarse, es decir, tendría las mismas capacidades que la piel natural. Por supuesto, como cualquier electrónico necesitaría energía, y ésta vendrá de células solares que ya están insertadas en ella, así que cada vez que estés bajo el sol se estará cargando.

Prótesis de mano con sentido del tacto incorporado

Brazo biónico
Imagen de: The Guardian
Ahora mismo cuando alguien sufre una amputación, las únicas prótesis disponibles sólo funcionan para llenar el vacío dejado por el miembro perdido. En algunos casos, las prótesis de mano también tienen la habilidad de servir para agarrar cosas, como vasos o cubiertos, aunque no suelen ser muy precisas. Sin embargo, ninguna reemplaza el sentido del tacto, algo tan importante para los humanos. Quizás esto deje de ser un problema pronto porque en la Universidad de Chicago han creado una mano prostética que envía señales eléctricas al cerebro para que se pueda responder al tacto. Ya han comenzado a probar el miembro artificial en monos para ver cómo su cerebro reacciona cuando tocan algo y ha estado funcionando muy bien.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

La NASA probará la nave para llegar a Marte en 2018 con un viaje de ida y vueta a la Luna

La NASA probará la nave para llegar a Marte en 2018 con un viaje de ida y vuelta a la Luna

La NASA probará en otoño de 2018 la nave tripulable con la que pretende llegar al espacio profundo, quizás alcanzar un asteroide o llegar a Marte. Se trata de su nuevo Sistema de Lanzamientos de Cohetes y la nave tripulable Orión.
El primer vuelo, que no llevará tripulación, consistirá en un viaje de ida y vuelta hasta más allá de la Luna durante tres semanas, lo que hoy en día es un récord de tiempo y distancia para una nave tripulable que no haya recalado en la Estación Espacial Internacional.
Para ello, una versión más pesada del cohete SLS despegará desde una modernizada rampa en el Centro Espacial Kennedy. Portará una versión de lanave Orión dotada de un módulo de servicio suministrado por la ESA. Este vuelo, denominado EM1 («Mission Exploration 1») ayudará a la NASA a preparar la misión al planeta rojo.
«Esta es verdaderamente una misión que va a hacer lo que no se ha hecho y con la que vamos a aprender lo que no sabemos», dijo Mike Sarafin, Director de la Misión EM1 de la NASA en Washington.
Tras alcanzar la órbita terrestre, la nave espacial desplegará los paneles solares y la etapa superior del lanzador SLS, llamado ICPS («Interim Cryogenic Propulsion Stage»). Esto le dará a Orión la capacidad de dejar la órbita de la Tierra y viajar hacia la Luna.
Cuando llegue a su destino, Orión se separará del módulo ICPS, que entonces permitirá lanzar unos pequeños satélites, conocidos como «CubeSats», para llevar a cabo experimentos y demostraciones tecnológicas.
En su ruta desde la órbita de la Tierra a la Luna, Orión será propulsado por un módulo de servicio proporcionado por la Agencia Espacial Europea, que suministrará impulsión y energía (así como agua y aire a los posibles astronautas en misiones tripuladas). Orión pasará a través de los cinturones de radiación de Van Allen (en las proximidades de la Tierra), y volará más allá de la constelación de satélites GPS y por encima de los satélites de comunicaciones en órbita terrestre. Para comunicarse con el Control de Misión en Houston, Orión utilizará por primera vez en décadas la Red de Espacio Profundo.
La ida a la Luna tardará varios días, durante los cuales los ingenieros evaluarán los sistemas de la nave y, cuando sea necesario, corregirán la trayectoria. Llegará a volar a cerca de 100 kilómetros por encima de la superficie de la Luna, y luego usará la fuerza gravitacional del satélite para colocarse en órbita a 70.000 kilómetros de distancia de la Luna, según la NASA.
Detalle del módulo Orión, donde los astronautas pueden sobrevivir hasta 21 días- NASA
La nave espacial permanecerá en esa órbita aproximadamente durante seis días para recopilar datos y permitir a los controladores de la misión la evaluación del desempeño de la nave espacial.
Para regresar a la Tierra, Orión realizará otro sobrevuelo cercano a 100 kilómetros de la superficie de la Luna y usará los motores del módulo de servicio para aprovechar la gravedad lunar y acercarse a la Tierra.

La NASA espera alcanzar que la nave acabe amerizando en el Océano Pacífico frente a la costa de San Diego.